Queridos todos:
Estuvimos pensando bastante sobre cómo dar sentimientos a esta presentación, sobre como humanizar un resumen de lo que hemos hecho en estos últimos años y darle sentido también de lo que viene hacia adelante, siempre bajo la mirada de lo posible y sabiendo que habrá imponderables que no podemos controlar.
Hace ya exactamente 5 años (finales del 2018), iniciamos un segundo trabajo de planificación estratégica que serviría de carta de navegación para los próximos años. Este proceso de introspección duró casi un año (octubre 2018) en donde gerentes, socios y directores de la empresa, nos reunimos como lo hacía San Ignacio en sus ejercicios de discernimiento con 3 preguntas: ¿De dónde vengo? ¿Dónde estoy? y ¿Para dónde voy?
Todos sabemos que estos 5 años han sido años difíciles para nuestro país, para el mundo y también para el sector de la economía al que pertenecemos.
Sabemos también que los tiempos difíciles fortalecen y los frutos ya se están viendo y haciéndose realidad.
Podemos sentirnos orgullosos como equipo, que en gran parte de los lineamientos hemos avanzado e incluso ya materializado. Una sola marca, un solo lugar, ampliar las fronteras, y avances en procesos de tecnologización, unificación operativa, entre otros.
Por lo mismo, estamos seguros que se alcanzó el punto de inflexión para poder dar un salto y lograr seguir permaneciendo dentro de los 5 Big Five de la industria de multiservicios inmobiliarios.
Hoy no podemos dejar de pensar y agradecer a todos los que han hecho posible esta empresa, una María Teresa, una Cristina, un don Marcos Arteaga, gran guía para nosotros, un Joel, una Daniela, una Lorraine, un Carlos Portales y un sin número de colaboradores que han ido dejando su grano de arena para forjar esta empresa y sus valores. Sí, los valores son los que definen la cultura de una empresa en 98 años, entre ellos el valor de la confianza, que cada vez adquiere más peso y constituye en el activo más preciado que debemos cuidar.
Este activo “la confianza”, es indispensable y esencial en el rubro en el que nos movemos, en donde la definición del lugar físico de donde viviremos o trabajaremos será de las decisiones más difíciles y estratégicas a tomar en la vida de una familia o una empresa.
Hoy todos estos lugares físicos que nos dedicamos a comercializar, gestionar, desarrollar, estudiar y administrar no han estado ajenos a la 2ª o 3ª revolución industrial, también llamada revolución tecnológica de la cual no podemos prescindir.
No es casualidad que, en la presentación de Gerencia General, haya aparecido varias veces la palabra “inversión”, sí, una palabra nuclear, que para dentro del lenguaje económico parece casi seca, sin vida, ,pero que si somos capaces de ver un poco más allá y la asimilamos a la realidad natural y espiritual en la que vivimos, es hoy una de las palabras con mayor sentido de futuro que hace posible permanecer con vida, con alegría, con nutrientes por varios años.
Es como preparar la tierra en el campo, dejarla primero reposar, luego abonar, plantar los árboles, su riego, desinfectar, contener las heladas, para que finalmente podamos disfrutar del fruto esperado.
Es el alimento para un niño, es un cambio de batería para un auto, es mantener un parque centenario en un terreno donde antes existía una linda casa y que hoy dará lugar a un nuevo proyecto inmobiliario, el que gozará del trabajo de muchos hacia atrás y que en el futuro inmediato dará a los nuevos habitantes los beneficios generados como el de una calle consolidada, árboles robustos y una sombra en donde será placentero caminar.
No es casualidad el que, dentro de las inversiones o también nuevos nutrientes, nueva sangre, nueva vida, hayamos cumplido el sueño de mi padre, que a la vez fue uno de los objetivos de la planificación, el estar todos juntos.
Sí, dentro de nuestra realidad de esfuerzo, ya firmamos contrato para trasladarnos todos juntos a un nuevo lugar.
Sabemos que los cambios requieren esfuerzo, pues abandonar el estado de confort no es fácil, pero también sabemos que traerá innumerables beneficios.
Otro aspecto para recalcar es el proyecto de Orlando, que hoy empieza a tomar cuerpo en donde las fundaciones del edificio ya se lograron y se empieza a ver el primer piso.
Agradecer a Dios y a la generosidad de muchos que han participado silenciosamente de este proyecto con sus estudios de mercado, análisis de nuevas formas de evaluar proyectos y tanas nuevas realidades que hemos tenido que abordar.
Los sueños con los años se van haciendo realidad y más temprano que tarde si Dios quiere, MQ irá apareciendo en el mapa de Florida.
No podemos dejar de subrayar la sabia nueva de jóvenes que han ido ingresando a MQ, es parte del proceso de renovación necesaria para mantener joven y a la vez con canas de sabiduría a este ser vivo que es la empresa MQ; Sí, jóvenes como Felipe Blumel, Gabriela, Diego, Karen, Cristi, Teobaldo, Merilyn y tantos otros que junto a algunos ya no tan jóvenes vamos haciendo este mix de trayectoria y sabia fresca, ímpetu y sabiduría.
Finalmente y para terminar, hacer una mención de agradecimiento especial a una persona que ejerció un liderazgo cercano, que fue un socio que dio su núcleo a MQ, en especial logró consolidar MQ Property, antes D&K Condominios, con todos los aciertos y tropiezos que tuvimos que dar para ir logrando mantener y hacer crecer una empresa, compuesta por seres humanos, por personas a quienes el trabajo nos da la posibilidad de sentirnos dignos, de sentirnos creadores, parte de un equipo, de un engranaje en donde si falla uno, afecta a todo el sistema y si uno gana, beneficia también a todos.
Con afecto
Gerencia MQ